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Tradición de la Hermandad del Cristo de la Vera Cruz en Sevilla

La cofradía católica conocida como la Hermandad de la Vera Cruz tiene su sede en Sevilla, en la región de Andalucía, en España. Es una organización que realiza un cortejo procesional durante la Semana Santa. Su nombre completo es Muy Antigua, Siempre Ilustre, Venerable, Pontificia, Real, Fervorosa, Humilde y Seráfica Hermandad y Archicofradía de Nazarenos de la Santísima Veracruz, Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Tristezas de María Santísima.

Historiaeditar

La Hermandad, creada en el año 1448 en la Casa Grande de San Francisco, se formó tras un antiguo grupo de devotos de la Vera Cruz del año 1370 que se congregaban en este convento. La Vera Cruz, una advocación de gran relevancia adoptada por varias de las cofradías más antiguas de España, contó entre sus miembros con los caballeros veinticuatro y el rey Felipe II.

Bajo la obligación de adornar su capilla y asistir con lámparas en honor a la fiesta de la Invención de la Cruz, la Hermandad celebraba dicho día con un grandioso esplendor.

Durante la invasión francesa en 1810, el convento fue destruido por las fuerzas invasoras y la hermandad tuvo que abandonar su capilla. Sin embargo, al volver la ciudad a manos españolas en 1812, los franciscanos y la cofradía regresaron al convento. Lamentablemente, en 1835 el convento fue exclaustrado y, en 1840, derrocado. En su lugar, se construyó la plaza Nueva.

Tras la demolición del antiguo convento en 1840, la hermandad se trasladó a la Iglesia de San Alberto. Más tarde, en 1853, se trasladaron al desamortizado Convento de Santa María de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, situado en la calle Sierpes. Sin embargo, esta iglesia fue cerrada tras la Revolución de 1868 y la hermandad volvió a su anterior ubicación, la Iglesia de San Alberto.

A mediados del siglo XIX, la hermandad empezó a menguar y finalmente dejó de procesionar. No fue hasta 1942, cuando se trasladaron a la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, que la hermandad retomó su actividad procesional en 1944.

Patrimonio musicaleditar

A partir de 2007, la tradicional procesión del Lunes Santo ha visto una interesante novedad: la inclusión de música en vivo durante su recorrido. Después de años de silencio, el sonido de instrumentos y voces se ha sumado a este emotivo evento.

Gracias a esta incorporación, dos de las imágenes más emblemáticas del cortejo ahora son acompañadas por un armonioso repertorio. En el caso del Cristo de la Vera Cruz, una coral es la encargada de llenar las calles con sus cantos. Mientras tanto, el palio de la Virgen de las Tristezas es escoltado por una música de capilla interpretada por un trío de oboe, clarinete y fagot.

Este cambio ha aportado una nueva dimensión al desfile, creando una atmósfera aún más solemne y conmovedora. La incorporación de la música en vivo ha sido una forma de renovar y enriquecer esta tradicional procesión, atrayendo la atención de más espectadores y convirtiéndose en un elemento imprescindible de la misma.

Titulareseditar

La hermandad cuenta con dos reliquias de la Vera Cruz, una en su cruz de guía y otra en un relicario de plata que también es llevado en procesión. Durante los desfiles procesionales, muchos creyentes se acercan para besar dicha reliquia como muestra de devoción. Sin embargo, en el año 2012, debido a las condiciones meteorológicas adversas, la hermandad decidió realizar su estación de penitencia llevando únicamente el relicario del Lignum Crucis.

El Cristo, de autor anónimo y del siglo XVI, es una obra de pequeñas dimensiones en comparación con la escala natural. Ha sido restaurado en dos ocasiones, en 1978 y 1998, por el reconocido profesor Arquillo. Además, en el año 2000, se realizó la sustitución de la cruz que porta. Es importante destacar que cuenta con unas llamativas potencias de plata.

Su actual paso, de estilo neobarroco, es una obra de Antonio Ibáñez del año 2008, realizada en madera de caoba original. Las coronillas de plata, obra del platero Joaquín Osorio en 2011, también son un detalle digno de mención. Junto a la imagen del Cristo, se encuentran dos ángeles ceriferarios que datan del siglo XVIII, aunque sufrieron un proceso de remodelación en 1908 por parte de Emilio Pizarro.

La historia del Cristo de la Vera Cruz, la imagen religiosa más antigua de Sevilla.

La ciudad de Sevilla cuenta con innumerables muestras de arte religioso, pero si hay una imagen que destaca por encima de todas ellas es el Cristo de la Vera Cruz. Esta talla de madera, que data del siglo XIII, es considerada como la representación más antigua de Cristo en la ciudad.

Se dice que la imagen fue traída desde Jerusalén por uno de los primeros caballeros cruzados que participaron en la Reconquista de Sevilla. Desde entonces, ha pasado por diversas manos y ha sufrido numerosas transformaciones, pero su esencia sigue siendo la misma.

A lo largo de los siglos, el Cristo de la Vera Cruz ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos y ha sido venerado por miles de fieles. Incluso se cuenta que, durante la epidemia de peste que asoló la ciudad en el siglo XVI, la imagen fue llevada en procesión para pedir su protección, y milagrosamente la enfermedad se detuvo.

La representación del Cristo es de un estilo muy primitivo, con cierto aire bizantino, lo que le otorga una gran solemnidad y majestuosidad. Su rostro, que refleja un sufrimiento intenso, ha sido venerado por generaciones de devotos que buscan en él consuelo y esperanza.

En la actualidad, el Cristo de la Vera Cruz se encuentra en la Iglesia de la Vera Cruz, en pleno centro de Sevilla, donde es objeto de una gran devoción por parte de los sevillanos y visitantes. Allí, cada año, se le celebra una multitudinaria procesión en su honor durante la Semana Santa.

A pesar de los siglos que han pasado desde su creación, el Cristo de la Vera Cruz sigue siendo una fuente de esperanza y fe para los creyentes de Sevilla, convirtiéndose en una parte fundamental de la identidad religiosa y cultural de la ciudad.

Conoce el espectacular paso de la Hermandad de la Vera Cruz en Sevilla.

Anualmente, durante la Semana Santa, Sevilla se llena de color, música y fervor con las procesiones de las diversas hermandades que recorren las calles de la ciudad. Entre ellas, destaca la Hermandad de la Vera Cruz, cuyo paso es uno de los más impresionantes de la capital andaluza.

La Hermandad de la Vera Cruz fue fundada en el siglo XV por un grupo de fieles devotos que deciden rendir homenaje a la crucifixión de Cristo. Desde entonces, ha sido uno de los puntos destacados de la Semana Santa sevillana.

El paso de la Hermandad de la Vera Cruz es una auténtica obra de arte, con un diseño inspirado en la arquitectura renacentista y detalles barrocos. El conjunto está formado por un trono en forma de templete, decorado con columnas y arcos, en el que se encuentra la imagen del Cristo de la Vera Cruz, tallada en madera de cedro por el escultor sevillano Juan Bautista Vázquez el Viejo. A los lados del trono, se encuentran las figuras de la Virgen María y de San Juan Evangelista, también talladas en madera y conocidas como "las lágrimas del barrio de la Alfalfa".

El paso, que se encuentra adornado con flores y cera, es portado por una cuadrilla de costaleros que lo mecen al son de las saetas y marchas procesionales. Este impresionante trono puede llegar a pesar más de 3000 kilos y requiere de una gran destreza por parte de los costaleros para ser llevado con elegancia y solemnidad durante todo el recorrido.

Sin duda, la Hermandad de la Vera Cruz es una de las más queridas por los sevillanos y visitantes durante la Semana Santa, no solo por su espectacular paso, sino también por su tradición y fervor religioso. Además, sus procesiones suelen ser de las más emotivas y con más participación de público, que acompañan a la hermandad durante todo el recorrido.

Si tienes la oportunidad de visitar Sevilla durante la Semana Santa, no te pierdas el impresionante paso de la Hermandad de la Vera Cruz, una experiencia que no te dejará indiferente y te acercará a la tradición y cultura de esta hermosa ciudad andaluza.

La devoción al Cristo de los Gitanos en la capital andaluza.

La ciudad de Sevilla es conocida por ser una de las ciudades más importantes de Andalucía, y en ella se pueden encontrar numerosas manifestaciones culturales y religiosas. Una de estas manifestaciones es la devoción al Cristo de los Gitanos, una imagen que representa la unión entre la tradición gitana y la fe católica.

El Cristo de los Gitanos es una talla de madera del siglo XVIII, que se encuentra en la Parroquia de San Román, en pleno corazón del barrio de Triana, conocido por ser el lugar donde se concentra la mayor comunidad gitana de la ciudad.

Esta imagen ha sido objeto de una gran devoción por parte de los gitanos sevillanos y de muchos otros fieles que han sido atraídos por su aura de misterio y sucula historia. Cuenta la leyenda que el Cristo de los Gitanos fue encontrado por un grupo de gitanos en una cueva cercana al Monasterio de la Cartuja, donde el santo labrador Judas Iscariote se había ahorcado. Los gitanos, sintiéndose identificados con la figura del santo traidor, decidieron llevar la imagen a la Parroquia de San Román y hacer de ella su protector.

A lo largo de los años, la devoción al Cristo de los Gitanos ha ido creciendo y se ha convertido en una de las tradiciones más arraigadas entre los sevillanos. Cada año, el Domingo de Ramos, la imagen es sacada en procesión y recorre las calles de Triana acompañada de cánticos y palmas, en una mezcla de religiosidad y alegría típica de la cultura gitana.

La estampa del Cristo de los Gitanos es incomparable, con su tez morena, larga cabellera y túnica roja, que reflejan la devoción y la pasión de esta comunidad hacia su protector. Es por ello que esta imagen sigue siendo una de las más veneradas de la ciudad y uno de los referentes más importantes en la religiosidad popular sevillana.

Descubre la hermandad más antigua de Sevilla y su venerada imagen del Cristo.

La ciudad de Sevilla es conocida por sus hermandades y cofradías que participan activamente en las celebraciones de Semana Santa. Sin embargo, hay una hermandad que destaca entre las demás por ser la más antigua de la ciudad y por contar con una imagen muy venerada por los sevillanos: la Hermandad del Santísimo Cristo de la Redención.

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Redención fue fundada en el siglo XV por un grupo de devotos que querían rendir homenaje al Cristo de la Redención, una imagen muy antigua que fue donada por un comerciante desconocido a una pequeña ermita en las afueras de la ciudad.

La hermandad ha sobrevivido a guerras, epidemias y conflictos políticos, manteniendo siempre su devoción al Cristo de la Redención como su principal razón de ser. A lo largo de los siglos, la imagen ha sido cuidada y restaurada por expertos, manteniéndose en perfectas condiciones para su veneración.

La imagen del Cristo de la Redención es muy significativa para los sevillanos, ya que se cree que posee un poder milagroso que ha obrado numerosos milagros a lo largo de los años. Por esta razón, cada año durante la Semana Santa, la imagen es sacada en procesión por las calles de la ciudad, siendo admirada y venerada por miles de devotos que se agolpan para tocarla y pedir sus favores.

Una hermandad que representa la unión y la fe de los sevillanos en torno a una imagen venerada y milagrosa.

¡No te pierdas la oportunidad de conocer la hermandad más antigua de Sevilla y su imagen del Cristo de la Redención en tu próxima visita a la ciudad!

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